Los trabajos de exhumación en la fosa común ya han comenzado
El Ayuntamiento de Dos Hermanas ha comenzado los trabajos de exhumación e identificación de los restos enterrados en la fosa común del Cementerio municipal de San Pedro. Una actuación, en el marco de la Ley de Memoria Democrática de 2022, que cuenta con fondos procedentes, principalmente, del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, así como de la Federación Española de Municipios y Provincias y de la Diputación de Sevilla.
Según ha explicado Juan Antonio Vilches Romero, concejal de Hacienda del Ayuntamiento, “hemos llevado a cabo una intervención previa en la fosa consistente en la retirada de los restos de personas que fueron enterradas en ella por motivos de beneficencia, es decir que no tenían recursos para ser enterradas en tumbas o nichos”.
En esta intervención, prosigue, “hemos llegado a una profundidad de entre 2,8 y 3 metros”. A partir de ahí, “se encuentran restos compatibles con ser personas víctimas de la represión franquista”. Asimismo, “también se han encontrado a esa altura mechinales (agujeros en las paredes para vigas), lo que implica que aún hay una profundidad de al menos 1,20 metros más, alcanzando los cuatro metros de profundidad”.
Obtener muestras de ADN válidas
Actualmente, explica el concejal, se esta trabajando en la instalación de un sistema de entibación que, “además de proporcionar la seguridad necesaria para las personas que van a trabajar en las exhumaciones, permitan el trabajo sin afectar a los restos”. La idea, añade, es “poder exhumarlos con las mayores garantías posibles de obtener muestras de ADN válidas para procurar su identificación en comparación con las muestras obtenidas a sus descendientes familiares”.
Una vez instalado este sistema, intervendrá un equipo de expertos de la Universidad de Sevilla, coordinado por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, dependiente del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, y por la Viceconsejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía. En una fase posterior, las muestras que se tomen a los restos se enviarán al banco de ADN de la Memoria para su identificación.
Lo que se pretende con estos trabajos de exhumación será “poner a disposición de las familias, si así lo desean, los restos que se hayan podido identificar para que le den un entierro digno y, los que no puedan identificarse o sus familiares no puedan hacerse cargo, se procederá de oficio a darles un entierro digno”, asegura Juan Antonio Vilches. Eso, apostilla, “ y dejar constancia de lo que pasó, dejar memoria para que no vuelva a suceder un horror como ese”.
