Dos de los mejores pianistas del mundo, a cuatro manos y gracias a La Filarmónica

Dos de los mejores pianistas del mundo, a cuatro manos y gracias a La Filarmónica
El lunes 3 de noviembre de 2025, a las 19:30h, la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Madrid acogerá un acontecimiento pianístico realmente especial: Martha Argerich y Nelson Goerner compartirán escenario para ofrecer un programa en dúo al piano (cuatro manos y dos pianos) que combina tradición, riesgo, virtuosismo y complicidad.
 
Cuatro genios de la música clásica serán interpretados por dos genios actuales, ambos argentinos, en un concierto memorable de La Filármonica y con complejas obras escritas especialmente para cuatro manos. La Sonata en Do menor KV 521 de Wolfgang Amadeus Mozart escrita para piano a cuatro manos, combina el refinamiento y claridad típicos de Mozart con una sonoridad rica por el hecho de que dos intérpretes comparten teclados contiguos. El recurso de “cuatro manos” exige una coordinación muy fina, un pulso compartido y una sensibilidad conjunta. Al ser una obra de Mozart, la sonata refleja elegancia, fluidez melódica y una estructura clásica que permite a los intérpretes desplegar musicalidad, interacción y belleza sonora. Para Argerich y Goerner, esta obra supone abrir la velada con ligereza, equilibrio y complicidad. Es el momento de “ponerse en sintonía” como equipo.
 
Sigue la Grosse Fuge Op. 134 de Ludwig van Beethoven, una obra que habitualmente se conoce en su versión para cuarteto de cuerdas, pero en este programa se presenta adaptada para dos pianos, lo cual ya introduce una dimensión distinta: son dos instrumentos amplios, dos pianistas que se enfrentan a una textura densa, a una arquitectura musical compleja, a la tensión de lo monumental. Interpretar esta obra en versión para dos pianos exige energía, control, y una gran audacia. En el contexto del concierto, representa el “momento de vértigo”: de lo clásico a lo expansivo, de la delicadeza mozartiana al drama beethoveniano.
 
Potencia de Shostakovich, suavidad de Ravel
 
El Concertino Op. 94 para dos pianos de Dmitri Shostakovich, aunque menos conocida que los grandes conciertos sinfónicos de Shostakovich, es singular: escrita en 1953 para dos pianos (y originalmente concebida para dos pianos y orquesta de cuerdas), se presta como pieza de carácter íntimo, pero con la intensidad del siglo XX. En el programa de Argerich/Goerner, esta obra brinda el puente entre los clásicos y lo moderno, entre la claridad de Mozart, el dramatismo de Beethoven, y las texturas ricas del siglo XX. Para el público, es una oportunidad de escuchar a estos dos pianistas maniobrando música más contemporánea, con diálogo, sorpresa y profundidad.
 
El generoso recital concluye con dos obras de Maurice Ravel: Ma mère l’Oye, una suite para piano a cuatro manos, basada en cuentos de hadas (La bella durmiente, el pequeño Poucet, etc.), que fue originalmente compuesta por Ravel para piano a cuatro manos y luego orquestada por el mismo compositor. Es una obra llena de color, de evocación, de fantasía sonora, y en versión para cuatro manos permite a los pianistas crear paisajes tímbricos, jugar con la textura, alternar entre suavidad y chispa. En esta velada, representa un momento más lúdico, imaginativo: un respiro antes del cierre de la noche. Y, finalmente, La Valse de Ravel, originalmente para orquesta, es una pieza que evoca la danza de la valse vienesa, pero reinterpretada por Ravel con carácter moderno, incluso un tanto inquietante, de gran virtuosismo. En versión para dos pianos, los intérpretes deben desplegar poder, brillo, precisión rítmica, actitud expresiva. Es un cierre magnífico para la velada: una obra de gran sonido, contraste, espectáculo y profundidad.
 
Un programa especialmente atractivo
 
El conjunto del repertorio ofrece variedad estilística: desde la claridad clásica de Mozart, pasando por la densidad beethoveniana, introduciendo lo moderno-soviético de Shostakovich, cerrando con la fantasía y color de Ravel. Esa evolución narrativa permite al oyente un viaje musical con texturas, épocas y estados de ánimo distintos. El hecho de que haya piezas para cuatro manos y para dos pianos añade variedad de formato, de dinamismo interpretativo, y exige de los intérpretes una complicidad especial.
 
Martha Argerich y Nelson Goerner comparten muchas afinidades, algunas naturales y otras escogidas. Los dos nacieron en Buenos Aires, son vecinos en Ginebra y conforman el más grande dúo de piano de la actualidad. Para Argerich, acostumbrada a colaborar en dúo, este formato permite destacar su personalidad y al mismo tiempo compartir protagonismo; para Goerner, es una ocasión de acompañar a una leyenda y al mismo tiempo brillar en su propio papel, lo que promete química, frescura y musicalidad compartida.
 
En definitiva: este concierto es mucho más que dos pianistas compartiendo escenario. Es una cita con la historia del piano, con la tradición y con la innovación, con la colaboración y el virtuosismo. En resumen, éste no es un concierto más. Es una cita con dos personalidades clave del piano, un programa potente y un momento en que el arte del piano se pone al servicio del diálogo, la complicidad y la expresión musical más auténtica.
 
Más información y compra de entradas:
Scroll al inicio