Pedro Iranzo crea un belén mágico que une a tres pueblos rivales en un valle encantado

Pedro Iranzo crea un belén mágico que une a tres pueblos rivales en un valle encantado

Pedro iranzo construye  un belén diferente donde nos cuenta la historia de 3 pueblos rivales, situados en un valle encantado donde terminan celebrando gracias a los niños unas navidades unidos. 
En un rincón de valencia en el bullicioso barrio de extramurs, entre pinceles, maderas y un sinfín de pequeñas piezas, el artista valenciano Pedro Iranzo está dando forma a una idea, que no es sólo un belen, es un valle encantado en miniatura, un homenaje a los pueblos, a las ferias de barrios, a sus parques llenos de vida y a la memoria colectiva de toda una generación.  Porque si algo distingue a Iranzo es su forma de recrear la historia con alma artesanal, y está nueva obra no podía ser menos. Todo absolutamente todo ha sido hecho a mano, desde las casas y los edificios municipales,  como el ayuntamiento, la escuela o el mercado.  Hasta los personajes que habitan este pequeño universo donde la Navidad se vive de otra manera. Un belen que no mira el pasado bíblico sino el presente cotidiano.
El belen  de Pedro Iranzo no transcurre en Belén, si no en un valle encantado lleno de vida y color.
Aquí hay una feria con noria, barco pirata y caballitos, un parque natural con lago, un jardín floral con mosaicos de colores, e incluso un tren de vapor que recorre la feria, invitando al visitante a viajar por diferentes escenas que parecen sacadas de la vida misma. Cada rincón tiene su historia el mercado con sus    puestos de flores, dulces y camisetas en oferta, el parque donde los niños giran en el tio-vivo, o la mo taña que custodia el pueblo desde lo alto. Es un paisaje que Respira nostalgia, ingenio y humor, como si la tradición navideña hubiera decidido ponerse al día si perder se encantó. Iranzo lleva un año ( y muchas horas de trabajo»construyendo cada pieza a mano, con madera, cartón telas y pequeñas dosis de imaginación.  No hay moldes ni impresoras 3D, solo paciencia,  talento y un profundo respeto por el arte hecho con las manos. En las paredes las fotografías muestran el paso a paso del proceso, bocetos, cortes de madera, maquetas en evolución... una especie de diario visual de la creación. Y esque este proyecto no es sólo una obra artística, si no también una lección sobre el valor del trabajo artesanal en tiempos de pantallas y automatización.
La curiosidad está servida.
Este es sólo el comienzo.  En las próximas semanas. El Belen cobrara vida con sus personajes, su iluminación y su ambientación final.
Será entonces cuando los visitantes podrán adentrarse en este pequeño valle y descubrir cada detalle,  escondido entre  sus pueblos,  sus calles, flores y risas de fiesta. Si su anterior  exposición nos llevó aún viaje por la valencia de antaño, esta promete hacernos sentirnos niños otra vez. Porque en el Belén de Pedro Iranzo el espíritu navideño no se reza... se construye, se pinta y se comparte.
Por último, agradecer al equipo de trabajo y la falla Borrull Turia, el apoyo y el trabajo en equipo, para que podamos seguir disfrutando de iniciativas tan hermosas.

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